E-MAIL
EQUIVOCADO
A veces equivocarse puede ser mortal...
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La siguiente historia demuestra que hay
que cerciorarse de las
direcciones de correo electrónico antes de enviar uno para evitar malos
entendidos o males mayores:
Un hombre dejó las nevadas calles de
Chicago para pasar unas felices vacaciones en la soleada Florida. Su
esposa estaba en viaje de negocios y habían planeado encontrarse en
Miami al día siguiente.
Cuando el hombre llegó al hotel después de haber pasado el día en la
Playa, bajo los cocoteros y harto de refrescos tropicales decidió enviar
un e-mail para contarles las maravillas del lugar. Como no encontró el
papelito donde tenia anotada la dirección se arriesgó a tirar de
memoria y rezar para que fuera correcto.
Pero por desgracia, se equivocó en una letra y el mensaje se dirigió
hacia la esposa de un pastor protestante que había muerto el día
anterior. Por la noche, esta mujer decidió leer el correo para ver las
condolencias que había recibido, cuando miró el monitor dio
un respingo, pego un grito y cayó tiesa, muerta al suelo. Al oír el
grito,
sus familiares corrieron adonde se encontraba y leyeron lo siguiente en
el correo que mostraba el monitor:
"Querida esposa:
Acabo de llegar. Fue un largo viaje
hasta aquí, aunque vale la pena; todo es precioso, con muchos árboles,
jardines, fiestas. A pesar de llevar pocas horas aquí ya me estoy
sintiendo como en casa. Ahora voy a descansar.
Solo quiero decirte que hablé con toda
la gente y tienen lista tu llegada aquí por la mañana.
Estoy seguro de que también te va a gustar mucho.
Besos de tu eterno y amoroso marido.
P.D.: ¡Prepárate... porque aquí hace
un calor infernal!“
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